Transporte público bogotano

Últimamente el transporte público bogotano y yo hemos tenido nuestras diferencias.

Muchas veces, un porcentaje bastante alto, soy de las que escoge el transporte público como primera opción aún teniendo la posibilidad de otros tipos de transporte.  Pero he de admitir que en verdad, y más últimamente, la calidad del servicio prestado en Bogotá unido a otras circunstancias hace que uno lo piense.  Tristemente en vez de mejorar parece que está en detrimento.

En los últimos días fue mala experiencia tras mala experiencia.  Inicialmente uno de mis jefes me dejó en la 7 con 116, sencillo, solo era esperar el bus que baja por toda la 116 para bajarme a la altura de la carrera 18, media cuadra al lado de mi casa.  Como a veces coger el bus justo en esa intersección es complicado decidí comenzar a caminar hasta que el bus me alcanzara.  Unos 30 minutos después llegué a mi casa, el bus nunca pasó.

Al otro día en la mañana tenía que cumplir una cita a esa hora complicada de las 8.30.  Mi apuesta era nuevamente el bus de la 116, como sé que puede demorarse, decidí salir 40 minutos antes (mi idea era salir 50 minutos pero como muchas veces sucede no lo logré).  Nuevamente decidí caminar mientras pasaba, llegué a la 15, nunca pasó.  No tenía tiempo de esperar otro bus que me acercara así que me tocó tomar taxi.  La 100 con 15 más las 106 colapsada.  Conclusión: llegué 10 minutos tarde a mi cita, totalmente disgustada, gastándome $10.000 pesos más literalmente y echando madres sobre el transporte público que uno quiere usar pero que no da la talla.

Soy terca, le sigo apostando.  Salí esa noche de trabajar a las 20.00.  Hora en que claro ya debe haber pasado el tráfico pesado, así que para no esperar más al bus de la 116 que ya sé que no pasa, decidí bajar caminando hasta la 15 y ahí coger cualquier bus ya que prácticamente en ese punto todos me sirven.  Llegué a la 15, justo estaba el bus que me dejaba más cerca, estaba vacío y sabía que a esa hora no me iba a demorar mucho, todo perfecto.  Error: el tráfico a esa hora seguía siendo igual de pesado, así que me arrepentí de haber cogido ese bus pues como ya sé cuando mi opción es la 15, debería haber caminado hasta la 100 pues me demoro menos. Una hora después y y luego de ver a un señor a cantar, un señor vender tijeras, un señor pedir dinero y un muchacho vender libros de pasatiempos llegué a mi casa.

No quería darme por vencida así que al otro día y para no demorarme tanto de regreso al gimnasio en la mañana, aprovechando que es apenas a 5 minutos en carro de mi casa, cruzo la calle, cojo cualquier bus, como es en contra del tráfico pico vienen vacíos, no hay nada de tráfico y me dejan a media cuadra de mi casa, fue nuevamente mi apuesta.  Luego de 2 buses que pasaron llenos y 3 vacíos que no me pararon por que literalmente no se les dio la gana, llegué a mi casa caminando, con rabia, decepcionada y casi que hasta triste. Definitivamente por más que uno lo quiera defender, no hay argumentos.

Salí de nuevo para el trabajo, pensé en mucho llevar el carro, MUCHO, casi que fue mi decisión, pero pues tampoco justifico dejar a mis papás sin carro todo el día para yo solo tenerlo estacionado en un parqueadero que además me saldrá carísimo.  Así que ya sin ninguna expectativa, sabiendo que no iba a llegar temprano, que tal vez tendría que caminar hasta la 15 para coger un bus y aguantar el paso colapsado de la 100 con 15, salí de nuevo a las 116.  Casualmente pasó el bus, iba lleno como siempre a esa hora, sabía que cuando llegara a la 7 se desocuparía así que no era tan malo, ni siquiera insistí en ir hacia atrás como muchas veces lo hago, me quedé en la puerta.  A las pocas cuadras hubo movimiento en el bus, no me afectaba pues estaba en la puerta delantera, sin embargo me tropiezo con la mirada de un niño* en la mitad del bus, que a pesar de yo estar en la puerta y entre él y yo un montón de personas en medio, me dice con la expresión de sus ojos y una bonita sonrisa que si me quiero sentar, quedé tan sorprendida que solo atiné a decirle también con una expresión que muchas gracias, pero que tranquilo se sentara él.  A los pocos segundos la persona que está al lado mío se para, me siento, analizo lo que pasó.  No por esto voy a reivindicarme ya totalmente con el transporte público bogotano pero sí pienso: bueno... no todo puede ser tampoco tan malo, verdad? sonrío y sigo mi viaje así, con una sonrisa :) .... a pesar de todo se pueden vivir bonitas historias cuando se viaja en el transporte público bogotano ;)

*Niño en bogotano quiere decir chico, muchacho, señor, jóven.... ;)

1 comentarios:

Fibonacci dijo...

¿Ha oído esta canción de Les Luthiers? http://www.youtube.com/watch?v=meG62_r6lvE