Las cosas pasan como tienen que pasar


Las cosas pasan como tienen que pasar, dicen por ahí. ¿Se acuerdan de este mensajito? Fue 5,5 años atrás. Pues bien, hoy regresé a la Reina Sofía y justo por el mismo motivo, aunque ese día había auto declarado que no volvería jamás a pasar.


Y pasa justo 2 días después de la impresionante muerte por un accidente en bici de una chica relativamente cercana (corría en el equipo de este año de HITIT.fit, mi ex-equipo de running). Accidente que ha impresionado a muchas personas por muchos motivos, incluyéndome: por la cercanía de la persona, por el lugar donde sucedió, al lado de mi casa, lugar muy concurrido por los bici usuarios, por cómo sucedió, un bache la hizo caer a la vía y pasaba un bus que la atropelló. Hoy mi accidente lejos de ser tan grave, incluso de mi primer accidente. Solo tengo un dolor muy fuerte en mi rodilla derecha al parecer ocasionado por el golpe e inmovilización por 4 días lo que me hace sentir demasiado aburrida. Parar mis actividades es algo que me cuesta demasiado. Y como la vida es así, esta mañana cuando bajé por mi bici, se me quedó algo y justo ahí pensé: "me devuelvo o no, la decisión que tome en este momento cambiará el resto de mi día, devolvámonos". Cuando al medio día volví a tomar mi bici mientras montaba pensaba justamente: "Bueno la decisión de esta mañana al parecer fue buena porque hasta ahora nada ha pasado, seguramente previno algo que podría pasar". Segundos después, un carro estacionado abrió su puerta cuando yo pasaba por ahí, me estrellé con la puerta y el golpe me tiró a la calle con bici y con todo. La suerte es así y desde ese momento ha sido imposible no pensar que esa fue mi suerte del día de hoy. La suerte me hizo pasar justo en el instante en que el chico abría esa puerta, pero así mismo la suerte hizo que en ese instante ningún carro pasara por esa avenida. Yo quedé totalmente tirada en un carril de una avenida, unos segundos después sí venía un taxi. Segundos que me permitieron pararme y no quedar allí expuesta. Esa fue mi suerte del día de hoy, esa fue la suerte que la chica del accidente de hace 2 días no tuvo. Esa es la gran diferencia entre su historia y la mía. Simplemente las cosas pasan como tienen que pasar. Un segundo hace toda la diferencia.