Accidente en Parque Francia

Acabo de estar cerca de un accidente, muy triste y que me dejó varias reflexiones.
Un perrito sale corriendo del parque Francia, cruzando la 106. Una señor de Rappi subía por la 106 lo trata de esquivar pero lo golpea. Se cae, él queda con heridas, la moto con golpes, el perrito muy mal.
Desde que tengo a Fauna todo los temas de perros me ponen súper sensible. Ver al perrito ahí tan mal, en la calle, me puso mal, inclusive derramé lágrimas.
No fue culpa de nadie, ¿tal vez del dueño?. Fue un accidente. Todos se solidarizan, especialmente con el perrito que es el que más mal está. Un carro se compromete a llevar al perrito a la veteriana. Lo alzamos con mucho cuidado.
Llegan muchas personas de Rappi, parece que entre ellos hay mucha solidaridad. La solidaridad que las personas consiguen cuando tienen a muchas cosas en su contra, incluyendo un poco el sistema.
Todos se alborotan. Los de Rappi porque el señor se va a ir sin responder por el señor herido y la moto, el del carro particular porque no lo dejan andar cuando el perrito está muy mal herido y porque no conocía el contexto de la situación, y le estaban bloqueando el paso, al final el dueño del perro porque no lo dejaban pasar.
Empiezan los insultos, empiezan las agresiones, la violencia, etc. Acá en Colombia estamos muy acostumbrados a resolver todo de esta forma. Cuando de verdad, como observadora externa me daba cuenta que no había necesidad.
En esta ocasión era peor porque se aumentaba toda la xenofobia de nosotros los colombianos, la predisposición de parte de los de rappi de sentirse vulnerados y lo tensionante de la situación.
Grito diciendo que no hay necesidad de agredir a nadie, ni de insultarnos, que por favor todos nos calmemos. Que estaba segura de que el dueño del perro iba a responder por las heridas del de rappi y por su moto, pero de que también por favor dejaran ir a llevar a su perrito a la veterinaria, Pero no, siguen las agresiones. Insultos bastante feos de parte y parte. Incluso de la mayoría de personas que ni sabían lo que había pasado. (#$ vete a tu país, este país es ua m$%*, vale más la vida de un %&$ perro que la de una persona, estamos infestados de estos #$$, etc.
Finalmente el carro con el perrito se va. Por más que los busqué en las veterinarias del barrio no los encontré.
Pido a Dios que el perrito por favor esté bien y se recupere, de verdad lo pido 🙏🏾. Afortunadamente llegó una ambulancia y estaban atendiendo al señor del Rappi.
Un señor que también estaba buscando la veterinaria, me dice: "no sé que en que momento nos dejamos invadir de esta chusma" ¿perdón? quedé perpleja, De hecho me decía que si el perro se moría podíamos sancionar a todos los de Rappi por no dejar pasar al carro que llevaba al perrito. Todo en su justa medida, No fue culpa el Rappi y toda vida vale, la del perro, la del señor del Rappi. Muchos culpaban al del Rappi, pero fue un accidente. Y lo culpan por eso, por ser de Rappi. Esto le hubiera podido pasar a cualquiera que subiera por la 106.
Siendo realmente justos, las dos partes lo pasaron mal. Y las dos partes se vieron afectadas. Para mí no habia necesidad de insultos ni malos momentos. Sólo atender al perrito rápido y que se hubieran intercambiado teléfonos con el señor herido para que luego respondiera el dueño del perro por esto.
Pero infortunadamente nuestra sociedad está creando estas divisiones y estas diferencias que hacen que haya muchas predisposiciones.
Perrito atropellado en la 106 por favor recupérate. 🙏🏾

Mis 48 - Año del Tigre



Gracias Dios por un año más de vida. Gracias porque al igual que los últimos años termina sin grandes novedades lo que sólo significa que todo está muy bien. Gracias por que termino este año en perfecto estado de salud 🙏🏿 -esto lo dicen los exámenes y claro excepto por mi rodilla que ya es mi condición- y esto es lo que más aprecio. Porque en perfecto estado de salud también terminan mis papás, mi hermano, mis sobrinos, todas las personas importantes para mí, la mejor de todas las noticias.

Gracias por los sueños que pude cumplir: avanzar con cosas de mi apartamento, que Faunita pudiera conocer el mar y las metas por las que pude trabajar: volver al gym, seguir con mis clases de portugués, iniciar con el compostaje y volver a “leer” libros, ahora bajo los audiolibros.

Gracias por cumplir algo de lo que más te pedí: poder alquilar la casa de Moniquirá. Por todos los viajes que pude hacer ratificando que es lo que más amo, por poder conocer Providencia, San Vicente del Caguán, Bahía Málaga entre otras y seguir ratificando que Colombia -a pesar de tantas cosas- es realmente hermosa .

Gracias porque pude tener mi primera huesped en mi apartamento -otro sueño cumplido-: Jenny y que fue sólo la primera de muchos: MaLuz y David, Ángela, Miguel, la Mona, Angélica, Mafe, Sandra, Liza, etc. Gracias por todos los amigos que vinieron de lejos y con los que pude compartir (la lista es larga pero ellos saben quienes son) más por todos los momentos vividos con los que viven acá.

Gracias por la empresa, por su crecimiento, los trabajos que pudimos hacer y por la abundancia que a través de ella me manifiestas, sin palabras. Por mis 25 años de vida profesional, vida donde tú solo me demuestras lo mucho que me das. Gracias por permitirme hacerme parte de Recycle Kids a pesar de que tal vez mi trabajo allí pudiera ser mejor. Gracias por La Vichería que también dio inicio y a pesar de que tampoco es mucho allí mi aporte pero me da ilusión de cosas por lo que eso significa. Gracias por permitirme ser candidata de Uniandinos.

Me siento feliz de haber podido celebrar los 15 de mi sobrinita, de Sofi, de mi ahijada Mafe y los 50 de mis amigos contemporáneos, en especial los que celebré de forma directa: mi hermano Carlos, MariaC, MafeP, Ángela, Pili, Erika & Sandra, por los 80 de mi tía Gladis y por haber podido acompañar a Luz en su matrimonio en Cali.

Gracias por la vida de Lorenzo que extiende el apellido Thompson. Te pido igual por mis amigos y en especial la familia de mis primas que sufrieron pérdidas este año lo que nos enseña que cada momento lo debemos vivir con intensidad, por los papás, mamás y familiares de mis amigos que este año se fueron (Ymma, MariaC, John, Blanca, Miguel). Te pido especialmente por la salud de las personas cercanas que lo necesitan, tú sabes quienes son.

Gracias por las grandes oportunidades que permites que vivan mis sobrinos: Anita en Brasil, Sebasti en Nueva Zelanda. Soy feliz de que ellos puedan vivir esas cosas.

Gracias por mis amigos que dejaron Bogotá y Colombia porque les cumpliste su sueño: Angélica, Nhora, Carlos & Ayda.

Gracias porque pude volver a coordinar caminatas y continuar en Caminandes haciendo de las cosas que más amo y a pesar de mi rodilla.

Y gracias ¿por qué no? por las cosas no tan buenas que sucedieron pero que como siempre me muestran cosas buenas detrás. No son cosas que me hagan feliz y que hubiera preferido que no hubieran sucedido pero al final vienen con aprendizajes: el robo fuerte que me hicieron, la alergia leve que me dio, las enfermedades de Faunita, los temas del corazón.

¡Gracias por mi año del tigre! Ahora viviendo el del conejo y mi último año de los 40…. ¡Que espero sea de lo mejor! Depende en gran parte de mí.

¡Gracias Dios en verdad por tanto! Y gracias a todos y cada uno de ustedes que hizo de mi cumple algo muy especial con sus grandes deseos, bonitas palabras y tanto cariño recibido. ¡Gracias de verdad infinitas!

Toreo, becerrada, corraleja

En la época en la que yo crecí, no se cuestionaban muchas cosas. Cosas que tal vez hoy sí se cuestionan. Sin embargo, -y seguro no sólo me pasaba a mí- sí existián cosas que me incomodaban o no me hacían sentir bien. En el fondo sabía que no estaban bien pero como nadia hablaba de ello yo sólo callaba. Ejemplo: el toreo, las corralejas, las becerradas. Eran MUY normales y parte de nuestra cultura.

Yo NUNCA fui capaz de ver o de participar en alguna de ellas. Nunca he podido con la burla y ver a un toro, torito, becerro, vaca ahí expuesto a la burla de todo el mundo, haciéndolo sufrir, tener miedo, estar desorientado, que no sepa que pase, indenfenso. No, no podía, simplemente no podía.

Aún así era muy normalizado y fue así como asistí alguna vez a una obra de teatro donde no lo mataban pero sí hacían rejoneo, esquivaba mi mirada, me hacía la loca cuando eran esas escenas, asistí porque mis amigos me aseguraban que no mataban al toro, pero sólo me confirmó que no podía con la burla. Asístí a un par de becerradas. En una fue fácil esquivar porque transcurría mientras en otro lugar estaba la fiesta: me quedé en la fiesta. Otra fue la fiesta de la empresa donde yo trabajaba, todos estaban en la becerrada, yo me fui a caminar por la finca, sóla mientras transcurría. Me sentía yo la rara, Muy rara, además de que me daba un profundo miedo porque eran mis amigos los que se exponían también, de hecho esta fue la excusa para no asistir. Luego viví en Portugal y asistimos a una feria de pueblo, donde en la noche cerraban calles y soltaban a un torito para que también la gente "lo toreara", hacía parte de la diversión. Yo por pena con mis amigos que me habían invitado también simplemente me fui alejando porque no lo quería ver pero sin decir gran cosa. Solo timidamente decía que no me gustaba. También me sentía la rara. Jamás asistí a toreo y no me gustaba escuchar las narraciones en radio que era lo normal en diciembre y enero acá en Colombia.

Sé que mi relato es inconsistente porque no soy vegetariana, a veces digo que soy doble moral por esto. SIn embargo hoy agradezco que públicamente se reconozcan que estas no son buenas prácticas, que no están bien, que se deben acabar eso sin decir que se han venido acabando. Que yo pueda decir de manera pública que no estoy de acuerdo con ellas, que no soporto este espectáculo. Al menos no la burla y el sufrimiento de un animal. Sí sé que no soy tan consistente en mi relato, porque hay una industria -la carnívora- que por mí también existe, pero es mi verdad.

Cuando yo era muy niña, prácticamente no lo recuerdo, sucedió la tragedia de las corralejas en Sincelejo, ¡hace más de 40 años! Yo pensé que desde eso estaban prohibidas, es decir así en ferias de pueblos. Ayer me entero de que 40 años después sucede una tragedia exacta, calcada. ¡O sea 40 años después, todavía se sigue haciendo algo que ya se sabía que estaba mal! No aprendimos nada. Afortunadamente, la tragedia fue de menor dimensión, sin que deje de ser una tragedia y ojalá de verdad sirva para que se acabe por fin esa práctica.

Lloro al ver la escena del torito ahí, acuchillado, lloro al saber que gente falleció.