Toreo, becerrada, corraleja

En la época en la que yo crecí, no se cuestionaban muchas cosas. Cosas que tal vez hoy sí se cuestionan. Sin embargo, -y seguro no sólo me pasaba a mí- sí existián cosas que me incomodaban o no me hacían sentir bien. En el fondo sabía que no estaban bien pero como nadia hablaba de ello yo sólo callaba. Ejemplo: el toreo, las corralejas, las becerradas. Eran MUY normales y parte de nuestra cultura.

Yo NUNCA fui capaz de ver o de participar en alguna de ellas. Nunca he podido con la burla y ver a un toro, torito, becerro, vaca ahí expuesto a la burla de todo el mundo, haciéndolo sufrir, tener miedo, estar desorientado, que no sepa que pase, indenfenso. No, no podía, simplemente no podía.

Aún así era muy normalizado y fue así como asistí alguna vez a una obra de teatro donde no lo mataban pero sí hacían rejoneo, esquivaba mi mirada, me hacía la loca cuando eran esas escenas, asistí porque mis amigos me aseguraban que no mataban al toro, pero sólo me confirmó que no podía con la burla. Asístí a un par de becerradas. En una fue fácil esquivar porque transcurría mientras en otro lugar estaba la fiesta: me quedé en la fiesta. Otra fue la fiesta de la empresa donde yo trabajaba, todos estaban en la becerrada, yo me fui a caminar por la finca, sóla mientras transcurría. Me sentía yo la rara, Muy rara, además de que me daba un profundo miedo porque eran mis amigos los que se exponían también, de hecho esta fue la excusa para no asistir. Luego viví en Portugal y asistimos a una feria de pueblo, donde en la noche cerraban calles y soltaban a un torito para que también la gente "lo toreara", hacía parte de la diversión. Yo por pena con mis amigos que me habían invitado también simplemente me fui alejando porque no lo quería ver pero sin decir gran cosa. Solo timidamente decía que no me gustaba. También me sentía la rara. Jamás asistí a toreo y no me gustaba escuchar las narraciones en radio que era lo normal en diciembre y enero acá en Colombia.

Sé que mi relato es inconsistente porque no soy vegetariana, a veces digo que soy doble moral por esto. SIn embargo hoy agradezco que públicamente se reconozcan que estas no son buenas prácticas, que no están bien, que se deben acabar eso sin decir que se han venido acabando. Que yo pueda decir de manera pública que no estoy de acuerdo con ellas, que no soporto este espectáculo. Al menos no la burla y el sufrimiento de un animal. Sí sé que no soy tan consistente en mi relato, porque hay una industria -la carnívora- que por mí también existe, pero es mi verdad.

Cuando yo era muy niña, prácticamente no lo recuerdo, sucedió la tragedia de las corralejas en Sincelejo, ¡hace más de 40 años! Yo pensé que desde eso estaban prohibidas, es decir así en ferias de pueblos. Ayer me entero de que 40 años después sucede una tragedia exacta, calcada. ¡O sea 40 años después, todavía se sigue haciendo algo que ya se sabía que estaba mal! No aprendimos nada. Afortunadamente, la tragedia fue de menor dimensión, sin que deje de ser una tragedia y ojalá de verdad sirva para que se acabe por fin esa práctica.

Lloro al ver la escena del torito ahí, acuchillado, lloro al saber que gente falleció.

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