Gratitud
Hoy quiero tener este pequeño acto simbólico de gratitud. Gratitud con la vida, gratitud con la salud y sobra decirlo gratitud total con Dios. Habiendo sido una persona absolutamente sana toda mi vida, a veces no dimensionaba lo que significa no contar con salud o lo importante que ella es.
Exactamente hoy 22 de agosto, hace un año, no mucha gente lo supo, tuve una operación. Una operación que de no haberse hecho a tiempo o de haberme demorado tan solo un poquito más en descubrirse lo que la ocasionó, otra historia muy diferente pudo haber sido la mía. Pero la vida es así, y hay cosas que dicen, son destino. De manera casual, sin tener ningún síntoma y para nada siendo algo que yo haga de rutina ni de manera regular, decidí hacerme unos exámenes, algún día simplemente lo decidí. Para mí, eran solo exámenes de protocolo pero no, en los exámenes salió esto, que tenía algo, que podía ser grave o menos grave, pero de cualquier forma algo. Podía ser tan grave que mi vida misma estaba en peligro. El día que lo supe casualmente, estaba en Santa Marta y fue justo minutos antes de este atardecer. Y fue raro, fue muy raro porque siendo una persona demasiado sana, por primera vez en mi vida pasaba por mi mente que este tipo de cosas no solo me podía pasar a mí, sino realmente me estaba pasando. Entonces de pasar a que era una persona invulnerable y protegida de un momento a otro pasé a imaginar el peor escenario posible con ese diagnóstico. Y el peor escenario posible era que mi vida podía estar corriendo un grave peligro de muerte. Una de las enfermedades que por muchos años ha estado dentro de las 1eras causa de muerte de las mujeres. La vida es así de frágil y ese día ante ese atardecer lo supe y por primera vez lo vivé de manera real, una mezcla de sentimientos y pensamientos. Fue difícil.
Con el tiempo, se supo que sí era grave, pero aún no tan grave y se podía resolver con esa operación. La operación fue perfecta. Igual todo dependía el diagnóstico de lo encontrado en la operación: el cual fue perfecto, el diagnóstico de los primeros 6 meses, el cual fue perfecto y el diagnóstico que acaba de pasar (días atrás) de los siguientes 6 meses: fue más que perfecto, estoy totalmente sana ( bueno no total tampoco, porque aún tengo lo de mis rodillas, pero sí sana en lo que estaba amenazando mi vida, jeje). Ahora cada vez que voy al médico y me dicen: sana, es una felicidad tan grande, antes eran solo frase de rutina.
Aún no ha terminado, faltan los controles de los siguientes 6 meses y de los siguientes 6 meses y así sucesivamente, pero por ahora, al menos el diagnóstico no pudo ser mejor y eso me hace inmensamente feliz. Tan feliz que por eso quise tomar la fecha de hoy, simbólica al cumplirse un año de mi operación, para decirle a la vida y a Dios. ¡Gracias, muchas gracias! Por el motivo que sea las cosas fueron así y la vida quiso darme como esa alerta, demostrarme que a pesar del riesgo aún estaba para más. No sé, aún pienso que es extraño. Pero esto es, esta es la historia que hoy quise compartir con todos ustedes. Gracias por leerla y compartirla conmigo si llegaron hasta aquí. Gracias por ser parte de mi vida.
Publicado por
LuzElenaThompson
@
miércoles, agosto 22, 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Lucita valiente, gracias a Dios. Un abrazo
Publicar un comentario