Y así termino un nuevo año. Lleno de gratitud como siempre por todo lo recibido. Por tener a mi familia completamente sana, fuera hasta de covid y eso hoy no tiene precio. Porque por fin cumplí una meta que estuvo por décadas en la lista de deseos: mi apartamento y eso me hace muy feliz. Por toda la abundancia que hubo en mi vida: profesional, económica, de amistad. Porque Bision se ha mantenido, ha crecido y nos ha permitido buenas cosas a mí, a mis socios y a todos quienes la conforman. Porque Dios nos ha permitido seguir creciendo a pesar de las circunstancias actuales. Por Fauna que hoy es mi familia más cercana y por su salud perfecta. Por los 50 años del hogar y de mi familia. Por los viajes que pude hacer incluyendo Rincón del Mar que soñaba con conocer, Punta Cana para celebrar las bodas de oro y compartir tiempo con mis papás, más todos los otros que también fueron maravillosos y con personas maravillosas (Fusa, Melgar, Choachí, Moniquirá, Barichara). Por el par de metas que me puse hace un año y comencé a cumplir y que este nuevo año debo consolidar: mayor organización $, mayor autocuidado. Por mi terapia de rodillas a pesar de que la edad no perdona y ahí están recordandome diariamente que ya no soy la joven de antes ni puedo hacer todo lo de antes. Por la vida de JuanJosé que extiende la familia. Por mis clases de portugués que por fin cumplo luego de también decadas de estar en la lista. Termino el año sin 4 amigos de mi edad, que hace un año sí estaban pero que el ciclo de la vida me empieza a enseñar que es eso: un ciclo y que en cualquier momento llega a su fin. Es mi mayor lección y nuestra mayor verdad. Debemos vivir siempre para que cuando llegue sólo haya gratitud y satisfacción por lo hecho, para disfrutar lo que hoy tenemos para sentirnos felices por las cosas sencillas del hoy. Gracias Dios por todo y por todos. Gracias Dios por un nuevo día de cumple y gracias a todos y cada uno de ustedes que ese día me hicieron sentir tan feliz, tan querida y rodeada de tan bonita energía, con tantos buenos deseos y tan especiales. ¡Dios los bendiga siempre!
Lisboa
#TBT Hoy hace 15 años me despedía de esta ciudad Lisboa. Ciudad con cierta historia en mi vida.
Durante 10 años (1991-2001) estuve realmente obsesionada con ella .¿Quién vivía allá? ¿Cómo vivían? ¿Qué hacía la gente que vivía allá? ¿Qué tocaba hacer para vivía allá? ¡Quería vivir allá! ¿Cómo hacía para vivir allá? Era mi sueño.
Con esa obsesión hice todo lo que estuvo a mi alcance para en el 2001 conocerla. Sin embargo, fue desilusión a primera vista. Seguramente entre la expectativa que genera una ilusión de 10 años y el momento exacto en que la conocí: época de transición total donde por la recién entrada del país a la UE estaba destruyendo todo lo viejo y feo para darle paso a lo nuevo. Mi desencanto fue completo y mi ilusión de vivir y conocer más de ella enterrada al olvido. Ni en el recuerdo quedó -literalmente-.
Pero como la vida es así, rara y bueno hay personas que dicen que la mente todo lo atrae, unos años después me encontré -y sin yo buscarlo- efectivamente viviendo en ella ¿pueden creer? ¡Yo ni había atado cabos! Hasta que un día cualquiera estando allá los até y no supe ni que pensar. ¡De todas las ciudades del mundo justo terminé viviendo en ella, en Lisboa! 2 años estuve allá. ¿No es la mente de verdad muy poderosa o Dios muy generoso en conceder mis deseos de forma misteriosa? ¿O es simplemente pura casualidad?
No lo sé pero así fue la historia. Y hoy hace 15 años me comenzaba a despedir de ella.
Publicado por
LuzElenaThompson
@
jueves, febrero 25, 2021
Cierre 2018
Esta foto quería que fuera mi #TBT del jueves, sin embargo, no alcancé a publicarla. Mis amigos más cercanos saben que esta época ha sido una época dura, donde he tenido que trabajar bastante y enfrentarme a retos nuevos y no tan fáciles que han tenido impacto en mí desde diferentes perspectivas. Creo que no podría haber sido diferente, no podría haber un final más acorde a este año 2018 que en general fue así. Año difícil, de retos, de aprendizaje, de cuestionamientos, de trabajo infinito, de exigencia. No es malo, al contrario, son los años que te dejan satisfacción por todo ese vendaval que se movió por dentro y por fuera, porque a pesar de lo difícil lo has logrado y porque aunque haya costado lo hiciste, lo atravesaste.
Este "tsunami" de las últimas semanas solo me está indicando eso: que el final de este periodo se acerca y que viene un nuevo periodo.
Por eso la importancia de esta foto, del jueves hace exactamente 4 años, año 2015, año en que me puse metas muy importantes para mí y las cumplí. Y esta foto junto con 2 noticias que casualmente recibí esta semana de 2 personas que admiro y estimo profundamente, anunciando cada uno la noticia de que ese sueño que alguna vez me contaron hoy es prácticamente una realidad y ¡son sueños gigantes les digo!, me recordaron que los sueños justamente están ahí para eso: para trabajar por ellos y para conseguirlos. Todo esto me indica el camino a seguir en mi nuevo ciclo: tiempo de pensar en mí y en mis sueños, mis otros sueños, los que este año descuidé por estar logrando otros.
Aún falta, me queda una semana, una semana dura que no sé como la atravesaré, pero es la última, espero. El ciclo está llegando a su fin y espero culminarlo de la mejor manera a la altura del resto del año. Solo así podré dedicarme y disfrutar de mi viaje. Viaje que finaliza mi ciclo, donde espero retomar energías, hacer el balance, poner las nuevas metas y llegar con todo el entusiasmo que el nuevo ciclo requiere.
Viaje para cerrar este ciclo y para decir: ¡45 años bienvenidos! Porque van a llegar con toda. Así que: be prepared!
Publicado por
LuzElenaThompson
@
sábado, enero 19, 2019
Suscribirse a:
Entradas (Atom)